RUTA DEL CALIFATO
Este
itinerario se asienta entre Córdoba y Granada, los dos grandes focos
culturales que hicieron palidecer al resto del mundo occidental de aquélla
época.
La Ruta del Califato
comunica dos de las capitales más importantes de la historia
hispanomusulmana, Córdoba y Granada, entrando además en la provincia
de Jaén. Entre ambos Junto a la mezquita de Córdoba, máximo exponente de los monumentos religiosos andalusíes y espacio civil esencial en la vida cotidiana de las ciudades hispanomusulmanas, proliferaron recintos del poder, como alcazabas y alcázares. Eran autenticas ciudadelas fortificadas que, además de elementos militares, contenían las residencias palaciegas de los gobernantes. En el otro extremo del itinerario, la Alhambra constituye una muestra excepcional de estas ciudades palatinas. La Ruta del Califato
está marcada por dos elevaciones, Sierra Morena, en Córdoba, y Sierra
Nevada, en Granada. A través del recorrido se unen dos grandes
depresiones geográficas, la del Guadalquivir y la Vega granadina. En
medio quedan comprendidos varios enclaves paisajísticos de
extraordinario Por lo que se refiere a la gastronomía, el aceite de oliva ocupa un papel vital, amparado bajo Denominaciones de Origen, como Buena y Priego. Así mismo, destacan los vinos de la comarca de Montilla-Moriles donde se elaboran caldos de muy alta calidad, ideales para acompañar la chacina ibérica, los dulces y los postres. Vinos y platos tradicionales se pueden degustar en los numerosos restaurantes, mesones, bares y ventas distribuidos a lo largo de la ruta. Hay que destacar que la provincia cordobesa es una de las que mayor número de artesanos mantiene, entre los que destacan los que se dedican al cuero, ebanistería, cerámicas y, sobre todo, a las joyas, uno de los oficios más pujantes en Córdoba. Finalmente las fiestas tradicionales configuran un atractivo calendario que anima la Ruta del Califato a lo largo de todo el año. El itinerario discurre a lo largo de unos 180 kilómetros. En Córdoba se divide en dos ramales: el eje principal, al norte, que se ajusta al trazado de la carretera N-432, siguiendo la vía histórica más transitada desde el Guadalquivir a tierras granadinas; y el eje meridional, que serpentea carreteras como la N-331, internándose por diversas villas, como Lucena y Priego. Ambos itinerarios confluyen en Alcalá la Real para acercarse a través de Moclín, a las poblaciones de la Vega, como Pinos Puente, ya cerca de la antigua capital nazarí. Córdoba, a orillas del
Guadalquivir y actual Patrimonio de la Humanidad, fue en el pasado cuna
de la sabiduría y del conocimiento. Capital del Califato de los Omeyas,
escenario de un periodo de Poco después se llega a Priego de Córdoba, localidad que a lo largo de su historia ha jugado un papel estratégico. De su pasado andalusí quedan, entre otros, el castillo, reformado por los cristianos, el Barrio de la Villa y numerosas atalayas en los alrededores. Como elemento característico se encuentra la Fuente del Rey, declarada Monumento Nacional. Los alrededores de Priego brindan la oportunidad de agradables paseos y excursiones. También por su enclave ha destacado siempre Espejo, localidad rica en restos ibéricos y romanos que los califas cordobeses dotaron de poderosas murallas. Tras pasar por Castro del Río, cuyo origen está ligado a su fortaleza, como muchos pueblos de frontera, se llega a Baena, cuyo devenir a lo largo de los tiempos constituye todo un compendio de historia andaluza. Con la entrada de los musulmanes fue activo centro militar, administrativo y agrícola. Su castillo fue comenzado en el siglo IX y ampliado durante el califato y la conquista cristiana. Después sirvió de residencia palaciega a los señores de Baena, que impulsaron en el siglo XVI una labor de mecenazgo que se manifiesta en sus monumentos más importantes. La iglesia de Santa María la Mayor, la iglesia del convento de las Dominicas y la plaza del Coso, son una parte de la riqueza que acoge esta villa vinculada a la producción de un excelente aceite de oliva virgen con Denominación de Origen. Después de visitar Zuheros, uno de los pueblos más pintorescos de Córdoba, de fundación musulmana, se llega a Luque, enclavado en pleno Parque Natural de las Sierras Subbéticas, donde sobresale el castillo. Ya en la provincia de
Jaén, se encuentra Alcaudete, rodeado de olivos, huertas y viñedos, en
una zona que A 25 kilómetros de Granada se ubica Colomera, una alquería en tiempos de al-Andalus. Moclín también ocupaba una posición de primer orden en el amplio sistema defensivo que recorre la Ruta del Califato, por lo que su castillo, de época nazarí, es uno de los recintos más importantes de la localidad En su interior está la iglesia del Cristo del Paño, fundada por los Reyes Católicos. El entorno ofrece paseos y excursiones muy interesantes, como las atalayas que estaban relacionadas con el castillo, situadas en sus alrededores. Entre ricas tierras de cultivos aparece Pinos Puente, abastecedor agrícola de Granada. Güevéjar, tierra de aceite, buen vino, pan y embutidos caseros, fue una alquería en tiempos de al-Andalus, al igual que Cogollos Vega. En este pueblo se pueden visitar unos baños árabes. En pleno Parque de la Sierra de Huétor, el entorno ofrece posibilidades para el senderismo, montañismo o el ala delta. Alíacar era el lugar escogido por los monarcas ziríes para el descanso, por su envidiable posición, en pleno cinturón montañoso, a 915 metros de altitud. Viznar, que nació a raíz de la creación de una acequia que llevaba el agua al Albaycín granadino, durante la dinastía zirí, es la última localidad antes de llegar a Granada, destino de todas las rutas de al-Andalus. El patrimonio granadino tiene en la Alhambra el símbolo por excelencia de la presencia musulmana en Andalucía. |