ISLA CRISTINA (HUELVA)
Situada al suroeste de Andalucía, en el litoral occidental de la provincia de Huelva. Tras el terremoto de Lisboa (1755), que remodelo las costas onubenses se asentaron en la Real Isla de la Higuerita pescadores catalanes y valencianos que faenaban en estos mares para pescar la sardina. Estos asentamientos hasta entonces temporales, se hicieron permanentes en 1757 siendo el primer habitante José Faneca. Los Ayuntamientos de Ayamonte, La Redondela y la Marina Española gobernaron esta isla hasta que en 1833 se erigió en municipio propio. Al año siguiente cambio su primitiva denominación de La Higuerita por el de Isla Cristina en honor de la reina regente Maria Cristina de Habsburgo y en gratitud al socorro prestado por la soberana para combatir una epidemia de cólera morbo. Alfonso XIII, el 20 de octubre de 1924 le concede el titulo de ciudad, conociendo en esa época un periodo de esplendor económico y cultural como consecuencia del auge en la pesca. Fruto de esta circunstancia fue la fundación del Ateneo popular isleño, por cuyas tribunas desfilaron hombres de la talla intelectual de Blasco Garzón, Ortega y Munillo, Eugenio Noel, Federico García Sanchís, Monje y Bernal, Blas Infante (Padre de la patria andaluza), Amos y Sabrás, Marchena y Colombo, etc. Su escudo lo componen un pozo y una higuera que recuerda los elementos funcionales de la población, así como dos barcos surcando el océano, simbología de su intima unión con la mar. Su población es eminentemente marinera, triplicándose en verano a causa de un turismo que disfruta en sus 8 kilómetros de limpias costas sobre las que se extienden unas espléndidas y amplísimas playas de fina y amarilla arena. Se puede practicar la pesca deportiva en la Ría Carrera, playas y mar abierto. Famosos en todos los mercados son los mariscos, sardinas y demás pescados que captura su laboriosa flota pesquera, compuesta de unas 300 embarcaciones, siendo su lonja una de las más importantes en ventas de pescado fresco de España. Una de las actividades artesanales desarrollada en la población es la construcción de buques de madera en los astilleros situados en ambas márgenes de la Ría Carrera; su acreditada fama se vio revalidada por la construcción de las replicas de las carabelas y otras naves vinculadas al Descubrimiento, realizadas para el V Centenario y la Exposición Universal del 92 en Sevilla. Entre sus industrias destaca por su arraigo, tradición e importancia la conserva y salazón de pescado, cuya calidad goza de fama en toda España. La agricultura de la zona se ha visto revolucionada con la aplicación de las modernas técnicas de riego localizado que han potenciado extraordinariamente el cultivo de naranjo y fresa. Su rica gastronomía basada potencialmente en productos de la mar, desarrolla exquisitos platos como la raya en pimentón, el pellejito de atún, el pescado frito, la mojama de atún, las coquinas y las gambas de la costa. De su repostería destaca la coca, dulce típico de la cuaresma. De entre sus fiestas poseen especial relevancia sus afamados carnavales, que desde la época fundacional de la ciudad nunca han visto interrumpida su celebración. Majestuosidad, brillantez y expresión de religiosidad popular y artística constituye su Semana Santa, donde procesionan ocho cofradías. En la época estival se celebran las fiestas en honor de Nuestra Señora del Carmen, Patrona de los marineros, con múltiples actos de gran tradición, como la cucaña, regatas de botes y los fuegos de la ría. En octubre tienen lugar las fiestas patronales dedicadas a Nuestra Señora del Rosario, así como el Festival Coral del Atlántico, con participación de masas corales de toda España e Iberoamerica. Otros festejos son los de la Punta del Caimán dedicadas a la Virgen del Mar. Como manifestaciones culturales más notables destacan la existencia de las Corales Polifónicas adulta y juvenil, dos coros rocieros, una banda juvenil de música y otra de cornetas y tambores. Expresión de su inquietud son el Conservatorio de Música, el Taller de Artes Plásticas, la Peña Cultural Flamenca, las distintas agrupaciones de comparsas, murgas, grupo de disfraces y carrocistas, dos club de pesca, el periódico "La Higuerita", decano de la prensa onubense, una emisora de radio local y el Patronato Municipal de Deportes. La ciudad dista 130 kilómetros de Sevilla, 45 de Huelva y 15 de Portugal. Después de conocer nuestras formidables playas, te propongo un itinerario por el entorno natural de estos parajes, partiendo este recorrido desde el Matapiojos con sus meandros sobre la ría pasando por el puente, hasta terminar en las salinas, para continuar por todo el puerto donde podemos contemplar sus maravillosas y plásticas puestas de sol. Otra ruta iría desde la Punta del Caimán con el espigón de la barra, para conocer acto seguido, el comienzo del paseo marítimo, atravesando el gran Parque Central y finalizando en la bulliciosa Gran Vía. En el trascurso de estos paseos conviene hacer un alto en los diferentes bares para degustar sus exquisitas tapas, amén de aprovechar para tomarnos un merecido descanso. Como lugares de reunión, giré una visita a sus diferentes pubs, donde puede haber un encuentro con la cultura a través de la alguna exposición o una actuación musical. Al comenzar la noche, la movida nocturna se extiende por todo el puerto, donde existe la más variada gama de locales para todos los gustos, para finalmente acabar, cercano a las playas, en un bonito amanecer. EL CARNAVAL.- Sin duda alguna son sus Carnavales las fiestas más populares de Isla Cristina, constituyendo una manifestación lúdica con reflejos de cultura popular, honda raigambre y enorme participación de todo el pueblo. Aunque su origen es remoto, el Carnaval fue calando en el alma isleña, debido al carácter abierto y desenfadado de las gentes de la mar y a las influencias provenientes de las relaciones que se mantenían con Cádiz. Fue ya en el siglo XX y en la década de los 20 cuando el Carnaval conoce la primera de sus etapas de esplendor. Posteriormente, tras la guerra civil, el régimen prohíbe los festejos que sin embargo nunca llegan a desaparecer. Finalmente la etapa contemporánea se inicia en 1968, alcanzando enorme esplendor. La Fiesta comienza con el Concurso de Comparsas y Murgas. Agrupaciones músico-vocales que satirizan los acontecimientos de mayor significación acaecidos durante el año, tanto a nivel local como nacional. Durante muchos meses estas agrupaciones ensayan diariamente hasta conseguir la calidad deseada. El Carnaval de Calle, comienza el Domingo de Cabalgata, siendo este magno desfile una gran manifestación de colorido, fantasía y humor. Los días siguientes, lunes, martes, centran la Fiesta en los Disfraces Callejeros y en la Cabalgata Humorística, para llegar al miércoles donde tiene lugar el Entierro de la Sardina, que es acompañado por ingente multitud de viudas plañideras, siguiendo el sábado con el Baile de Color. Y tiene su corolario natural en el Domingo de Piñata.
|