Al suroeste de España, en la Andalucía Oriental, la provincia de Granada se extiende sobre una superficie de 12.500 kilómetros cuadrados. El increíble contraste entre su vega llana y siempre verde, y los escarpados macizos montañosos de Sierra Nevada no han dejado aun de producir admiración en quienes los contemplan. El asombroso se completa con los 102 kilómetros, de costa tropical. Granada es en este sentido y en muchos otros, una tierra privilegiada. Con una temperatura media anual de 15 grados, Granada ofrece excelentes comunicaciones nacionales e internacionales por vía aérea, ferrocarril y carretera. Un moderno aeropuerto y la recién terminada red de circunvalación permiten un fácil acceso a la capital. La también nueva autovía del 92 cruza la provincia de este a oeste y la conexión con la Costa Tropical es cada vez más fluida y rápida Granada y su provincia cuentan con una de las mayores infraestructuras hoteleras de toda España, ya que dispone de casi 27.000 plazas de alojamientos y pensiones, además de numerosos campings, situados a lo largo y ancho de su geografía Granada desde sus orígenes, tiene una importancia histórica universal. Los restos arqueológicos así lo demuestran. A lo largo de la provincia se suceden antiquísimos enclaves prehistóricos y hallazgos como la ibérica Dama de Almuñecar, fue fundada por los fenicios. Los romanos también dejaron constancia de su presencia en diversas construcciones y villas. 

Por eso no es posible hablar de la ciudad de Granada sin que un estremecimiento nos recorra el alma y se apodere de nosotros un sentimiento rotundo de belleza y de misterio. Y la razón de este sentimiento radica en que Granada es una ciudad que no decepciona al visitante, pues hasta con abandonarse a la placidez de una visita al barrio del Albaicin, o con dejarse acariciar por el sol, mientras contemplamos la Alhambra para desde allí, olvidarnos de todo lo demás y comenzar a experimentar la serenidad que se desprende de sus callejuelas estrechas y empedradas, mientras nos embriagamos con los aromas de las flores que se escapan por encima de las tapias de sus cármenes y con los blancos reflejos de la cal de las paredes. Podremos también intentar recuperar aquello que, con tanta fortuna, encontró el poeta granadino universal, Federico García Lorca: es espíritu flamenco, si nos acercamos al barrio del Sacromonte. Y esto es solo una parte de Granada. Después nos aguarda aún la joya levantada sobre la colina de la Sabika: la Alhambra y los jardines del Generalife. Allí todo es posible y nada puede explicarse mientras no se conozca por experiencia. A través del bosque centenario de la Alhambra descendemos a la ciudad propiamente dicha. Dentro de su núcleo urbano son visitas obligadas la Catedral y la Capilla Real, así como la Cartuja y algunos otros monumentos de interés, como el Corral del Carbón y la antigua Madraza de Yusuf I. Granada cuenta también con una nutrida población universitaria (la tercera más importante de España) que, sobre todo en la zona de Gran Capitán y Pedro A. de Alarcón, confiere un carácter dinámico y populoso a la ciudad. Desde el agua y las alamedas de la vega granadina podemos seguir los pasos de García Lorca. Nació, escribió y murió en Granada. Visitar su casa natal en Fuentevaqueros, hoy museo perfectamente conservado y repleto de recuerdos entrañables de sus primeros años. Acercarse a Valderrubio y entrar en la casa donde habito posteriormente, ventana con ventana con la familia Alba, en la que se inspiro su novela y cuyos descendientes siguen viviendo allí mismo, o ascender hasta las montañas de Viznar y Alfacar, donde una fresca madrugada de agosto presidio su dramática muerte, nos hará reencontrarnos con un Federico escritor universal y hombre marcado por la tragedia de su Patria. Inmortalizado en la capital con el novísimo parque que ostenta su nombre.

SIERRA  NEVADA

Es el macizo más alto de Europa occidental, registrando cuotas que superan los 3.000 metros. El pico del Mulhacén (3.481 m.) constituye el techo de la península ibérica. En sus inmediaciones se suceden numerosas lagunas glaciares de espectacular belleza. A medida que se gana en altitud, Sierra Nevada ofrece situaciones bioclimaticas muy distintas, donde encontramos desde bosques típicamente mediterráneos en la parte baja hasta un microclima de tundra en las zonas más altas, hecho que favorece la presencia de una rica y abundante vida silvestre. Sierra Nevada está considerada como Reserva Nacional de Caza desde 1966, Reserva de la Biosfera (otorgada por la UNESCO) desde 1986 y Parque Natural desde 1989. Más de 60 especies botánicas pertenecen de forma exclusiva a este espacio ecológico. La cabra montés es la especie de la fauna más característica de esta sierra. La capital granadina esta unida con Sierra Nevada por la carretera asfaltada más alta de Europa. Los primeros nueve kilómetros son llanos con el valle del Genil a la derecha lleno de árboles frutales y frondosas alamedas. Los amantes de la nieve y del esquí encuentran su paraíso en la Estación Internacional de Esquí Sierra Nevada, a 2.100 metros de altitud. Pradollano reúne los recursos de una estación de esquí meridional, moderna y con el mejor ambiente de Europa. A 17 kilómetros de aquí se halla Borreguiles, cita para la gran mayoría de los esquiadores. La nieve y el sol convierten a Sierra Nevada en el destino de miles de personas, conocedoras de la infraestructura técnica y hotelera de primer orden y los espectaculares paisajes que se observan desde sus cumbres. En febrero de 1995, Sierra Nevada se consagró a nivel internacional con la organización de los Campeonatos Mundiales de Esquí alpino. La carretera supera la estación de esquí con cerradas curvas de fuerte desnivel hasta el mismo pico de La Velete a 3.470 metros de altitud, ofreciendo una inolvidable panorámica de 360 grados que abarca buena parte del sur de España, el Mediterráneo desde el estrecho de Gibraltar hasta el cabo de Gata e incluso un horizonte limitado por las costas africanas.

COSTA  TROPICAL

Esta privilegiada costa brilla por si sola con luces tan hermosas como son Salobreña, blanco sueño de casas, erguidas sobre una colina que desafía al cielo; Almuñecar, puerto inmemorial al que incesantemente han arribado nuevos hombres, culturas, formas de vida y en cuya vega asomada al mar, podríamos confundirnos a la vista de sus frondosos cultivos subtropicales, con su especial y único microclima; o Motril, ciudad portuaria y pesquera en una de las comarcas agrícolas más ricas de España. La costa tropical esta situada al sur de la provincia de Granada, acariciada por el Mediterráneo. 103 kilómetros de costa, de cálidas y tropicales temperaturas y donde nos esperan magníficos acantilados, serenas calas y ensenadas, pequeñas playas y extensos valles al abrigo del viento. El clima siempre benéfico: cálido en invierno y agradable en verano, invitando al baño o sencillamente al descanso. No todo acaba en la arena y el agua, porque detrás de nosotros aguardan las plantaciones de aguacates, chirimoyas, mangos, nísperos y caña de azúcar, que confieren un carácter verdaderamente exótico a esta región. Motril, centro de la costa por su actividad fabril, comercial y portuaria, tiene en la Colegiata de la Encarnación uno de sus más relevantes monumentos, junto al de Ntra. Sra. de la Cabeza, situado en un precioso mirador que domina la ciudad, el puerto y parte del litoral. Motril cuenta entre sus playas con las de Poniente, Azucena y Torrenueva. La arribada de la flota pesquera con la descarga y subasta del pescado en la lonja, es un espectáculo digno de verse. En dirección a Almería, llegamos al cabo de Sacrtif y su faro, atravesamos las llanuras de Carchuna con sus 5 kilómetros de playa, hasta Calahonda, al pie del acantilado, con aguas maravillosamente claras. La carretera bordea la costa dominando una panorámica inigualable del mar Mediterráneo. Más adelante, Castell de Ferro cuya torre rectangular se remonta al tiempo de los romanos, La Mamola, La Rabita y El Pozuelo. Hacia el oeste se encuentra Salobreña, cuyo castillo árabe se levanta por encima de la colina blanca que constituye el pueblo asomado al mar. La mayor concentración de instalaciones turísticas de la Costa Tropical es de Almuñecar. Su litoral se divide en 26 playas de singular belleza, destacando las de Velilla, Puerta del Mar y San Cristóbal. El castillo de la Mazmorra es uno de los monumentos más interesantes junto con el acueducto romano. La Cueva de Siete Palacios y la Factoría de salazones romana en el parque botánico de el Majuelo. A 4 kilómetros se encuentra La Herradura, con su maravillosa playa y el Puerto deportivo Marina del Este, el paraje natural de Cerrogordo y la playa naturista de Cantarriján.