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TAUSTE.- Para llegar a
Tauste:
dista 45 kilómetros de Zaragoza. Se puede ir por la N-232 (dirección Logroño)
o por la A-68, pagando un peaje de 345 pesetas. Por cualquiera de las dos habrá
que tomar la salida de Aragón y seguir por la A-126 hasta
Tauste. Es la villa más meridional, no es las más hermosa, pero la alta torre mudéjar
de su iglesia de Santa Maria orienta al viajero a medida que se aleja de la
ribera del Ebro y se adentra en la llanura cerealista. Esta torre octogonal
presenta diferentes franjas de tracerías geométricas de ladrillo, así como un
remate almenado que recuerda su antigua misión de atalayar al vecino navarro.
La iglesia, construida el 1300, guarda un retablo mayor renacentista con imágenes
de los más diestros escultores aragoneses de dicho periodo: Gil Morlanes,
Gabriel Joly y Juan de Salas. En la plaza de Santa Maria, una columna evoca a
Antonio Germán, ejecutado aquí en 1707 por mantenerse fiel a Felipe V durante
la guerra de sucesión. En la misma plaza nace una escalera que baja por las
calles Val de Taus y Hermanos Lizabe hasta la iglesia de San Antonio
Abad, cuyo ábside románico del siglo XII es la otra joya arquitectónica de la
población.
EJEA DE LOS CABALLEROS.- Por la
A-127 se llega en 24 kilómetros a Ejea de los Caballeros. La carretera lleva
hasta la plaza de la Magdalena, donde se alza el templo de San Salvador, románico-gótico
del siglo XIII, el ejemplar más perfecto de la iglesia-fortaleza que puede
verse en la comarca. El retablo mayor es una obra maestra del gótico-internacional
(siglo XV). Siguiendo la calle de la Mediavilla, entre recios caserones de
estilo aragonés, se llega hasta la plaza de España y , subiendo por unas
escaleras, hasta la iglesia románica de Santa Maria, del siglo XII. Tomando
luego por el camino de la Oliva se accede a la iglesia de Nuestra Señora de la
Oliva, que custodia la imagen de la patrona.
SÁDABA.- La A-127 conduce, en
19 kilómetros, a Sádaba. La iglesia gótica de Santa Maria, de principios del
siglo XV, presenta una única nave cubierta con bóvedas estrelladas, una
portada con arquivoltas apuntadas bajo variados relieves de tipo flamígero y
una torre con pináculos y arbotantes. La plaza de Aragón es el punto de
partida de dos incursiones por el casco viejo: una por las calles Barrio Verde
Alto y Mayor; y otra por Barrio Verde Bajo e Imperio. Vetustas casonas de piedra
se suceden a ambos lados reiterando un estilo de portada con arco de medio punto
que se resuelve con media docena escasa de dovelas ciclópeas: más que puertas,
parecen bocas gigantes bostezando. En la orilla contraria del río Riguel se
alza el castillo de Sádaba, del siglo XIII, una de las más bellas fortalezas
de España de estilo cisterciense. Saliendo de Sádaba por la A-1202 en
dirección a Uncastillo, se cruza el canal de las Bardenas, inaugurado en 1959.
A menos de un kilómetro se encuentra, a mano izquierda, el desvío al mausoleo
de los Atilios y poco después, a la diestra, en la aldea de Layana, el que
lleva hasta las termas y el acueducto de los Bañales, vestigios de un
asentamiento romano de los siglos I y IV después de Cristo.
UNCASTILLO.- A 14 kilómetros
de Sádaba, Uncastillo es el centro monumental de la comarca, con seis iglesias románicas
del siglo XII. Un paseo por las callejuelas empedradas de este caserío medieval
es el que, partiendo de la Casa Consistorial, del siglo XVI, recorre las calles Plaza
de la Villa y Larués hasta dar en la plaza del Mercado, en uno de cuyos rincones se esconde la lonja medieval y, pegada a ella, la
iglesia románica de San Miguel, cuya portada meridional fue vendida en 1915 al
Museum of Fine Arts de Boston. De la plaza hay que salir por la calle Mediavilla
para subir a la izquierda en busca de la iglesia de San Martín, que además de
un soberbio ábside románico, alberga el Centro de Arte Religioso del
Prepirineo. Los restos del castillo se pueden bordear por una senda circular
para volver de nuevo a la calle de Mediavilla y seguir hasta la plaza y la
iglesia de Santa Maria. Desde su portada meridional (una de las más notables
del románico español), hay que enfilar por la carretera que va a Sos del
Rey Católico y cruzar el puente sobre el río Cadenas: a la derecha queda la
iglesia románica de San Felices, cuyo tímpano explicaba a los fieles
analfabetos el suplicio del santo; y a mano contraria la de San Juan, también románica.
LUESIA.- Luesia se encuentra a
13 kilómetros de Sos del Rey Católico por la A-1202. Pasado el kilometro48,
surge a mano izquierda el desvío (mal señalizado), al
paraje natural del pozo Pígalo, accesible en coche por una pista de tierra que
remonta el río Arba de Luesia a lo largo de 8 kilómetros. Enormes pozas de
agua inmaculada, cascadas, praderas y pinares son los encantos de este rincón
de la sierra prepirenaica. A un kilómetro, el caserío de Luesia aparece
apiñado en un alto rocoso en torno a su ruinosa fortaleza y sus tres templos de
origen románico: San Salvador, San Esteban y la ermita de la Virgen del Puyal.
Quince kilómetros más allá por la A-1202, Biel, lo hace alrededor de su
castillo, un torreón del siglo X, remedo de los donjons franceses. Caudevilla y
Barrio Verde (centro comercial y religioso de la antigua judería), son las
calles con más sabor de este pueblo.
SOS DEL REY CATÓLICO.-
De vuelta en Uncastillo, hay que tomar por una carretera de tercer orden para
llegar, después de 22 kilómetros de curvas a Sos del Rey
Católico. Se puede rodear el promontorio sobre el que se asienta la villa para
admirar el perímetro amurallado y las siete puertas que dan acceso al núcleo
medieval. Ya en el interior, es preceptivo el paseo por la calle de Fernando el Católico,
desviándose nada mas pasar el palacio Español de Niño, del siglo XVI, para
subir, por Madrigal de las Altas Torres, al palacio de Sada, donde nació
el rey Fernando el Católico. En la plaza de la Villa se halla la casa
Consistorial, de estilo renacentista. Se asciende luego por la calle Manuela
Pérez de Biel hasta la iglesia de San Esteban, que posee una portada románica
y una cripta, con tres ábsides semicirculares y pinturas murales protogóticas.
El regreso hacia Zaragoza se efectúa por la A-127 pasando a 5 kilómetros por
el puerto de Sos (856m.) y a 14 kilómetros por Castiliscar, pueblo de trazado
medieval en cuya iglesia se conserva un sarcófago paleocristiano del siglo IV.
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