CABAÑEROS Y LOS MONTES DE TOLEDO 2
En el termino de Hontanar tomando un camino que sale a la izquierda frente al cruce del pueblo, llegamos al despoblado de Malamoneda, situado a los pies de la Sierra del Puerco, en el valle del río Cedena. Es un conjunto formado por casas de labor abandonadas, ruinas del castillo y necrópolis. Junto al río se encuentra lo que queda de este pequeño castillo de los siglos XII-XIII. En el despoblado se encuentra la "torre" de planta cuadrada (tenia un sillar con inscripciones en uno de sus ángulos que hoy se encuentra en el museo de Santa Cruz de Toledo) al norte y oeste de ésta se encuentra la necrópolis, que ocupa un área de 1 kilómetro con más de 100 sepulcros tallados en la roca. Hontanar es un bello pueblo serrano que ha sabido conservar su arquitectura popular. Retornaremos hacia Retuerta del Bullaque, haciendo parada obligatoria en el Risco de las Paradas, uno de los mejores puntos de observación de los Montes de Toledo. La iglesia parroquial de San Bartolomé es del siglo XVI-XVII y en las proximidades del pueblo se encuentran los restos de una antigua fortaleza árabe del siglo XII que se alza sobre un acantilado bordeado por el río Milagros. Muy cerca de la población encontramos el pequeño pantano que abastece al pueblo; junto a éste, la fuente del Chorrillo. Siguiendo la carretera que se dirige a Horcajo de los Montes, paralela a la cañada real segoviana, atravesaremos el parque, entre magnificas panorámicas sobre la cuenca salvaje del río Estena. Seguiremos camino y llegamos al limite del parque donde encontramos el paraje de la Venta Nueva; aquí paraban los pastores a descansar con las ovejas trashumantes, y a continuación encontramos la Junta de los Correos. Desde aquí podemos admirar una de las mejores panorámicas del parque, la raña de Cabañeros y la Sierra del Chorito. Llegamos al puerto del Rubial donde esta el limite del parque por esta zona y desde donde podemos admirar un formidable panorama sobre la cuenca del río Estena, sobre todo desde las inmediaciones de la Casa de la Ventilla. Muy cerca del pueblo se encuentra el pantano del Rubial donde podemos ver con cierta frecuencia nutrias, cigüeñas negras, garzas reales, águilas reales...y una vegetación excepcional. En Horcajo de los Montes, uno de los mayores pueblos de la zona, y que cuenta con buena infraestructura, podremos ver su iglesia parroquial de San Antonio, del siglo XIV-XV, o acercarnos siguiendo el arroyo de la chorrera hasta llegar al lugar del chorro, en el limite con el parque. Aquí el arroyo hace un salto de agua de unos 15 metros. Volveremos a disfrutar de la panorámica que se nos ofrece del pueblo. Nos dirigimos ahora a Alcoba para acercarnos a la Laguna Grande, un buen paraje de grullas invernantes. Seguimos hasta Santa Quiteria para ir en dirección a Pueblonuevo del Bullaque y pasar por una espléndida colonia de cigüeñas blancas, nutridos rebaños de venados, avutardas.... y llegar a la Casa de los Palillos, donde esta el eco museo de Cabañeros. Nuestro próximo destino es Porzuna, población cuyo interés radica en la gran cantidad de yacimientos del Paleolítico inferior y medio que han aparecido en su termino municipal, concretamente en las márgenes del río Bullaque, en los yacimientos de las Casas del Río, los Barrizales, las Eras y las Tiñorillas, además de restos romanos en Casas delas Islas y Altos de las Casas de los Castillejos y visigodos en Porzuna la Vieja. Continuamos camino a Piedrabuena, rodeada de deliciosos parajes, sobre todo los del río Bullaque, muy apropiados para practicar la caza mayor y la de la perdiz roja. Aquí conviven las formas y rocas volcánicas con las sierras cuarciticas, lo que proporciona al paisaje efectos cromáticos de gran singularidad. El pueblo es de trazado irregular pues está adaptado a una ladera. Es un importante nudo de carreteras y en los espacios que delimitan unas y otras la población se ha ido asentando, produciendo un efecto estrellado en su trazado. El centro gira en torno a su iglesia parroquial, neoclásica. Son abundantes las plazas ajardinadas y, en las afueras, se encuentra el castillo de Miraflores del que se conservan muros de más de 6 metros, arco de acceso, parte de una bóveda y la base de la torre. Se accede por la carretera que conduce al pintoresco paraje de Tabla de Yedra, sobre el río Bullaque, y a Arroba de los Montes, tomando la desviación de un camino. En un extremo de la población se encuentran los restos del castillo de Mortara, reconvertidos en plaza de toros. Antes de regresar a Ciudad Real, si es de nuestro interés, podremos acercarnos por la N-430 a Puebla de Don Rodrigo, un pequeño pueblo situado en el valle del río Tirteafuera. El recorrido es de gran interés ecológico, pues vamos a seguir el curso medio del Guadiana. Un Guadiana que se adentra en soledades boscosas, serpentea entre tierras extraviadas y taja un cañón espléndido antes de entrar en la provincia de Badajoz. Importantes sotos de ribera, donde la fauna busca refugio y tranquilidad. Olmos, almuces, fresnos, alisos centenarios... nutrias, corzos, cigüeñas negras, anguilas...una flora y una fauna excepcionales que merecerían algún tipo de protección. Camino de regreso a Ciudad Real, pasaremos por Alcolea de Calatrava, enclave fundamental para el conocimiento de la geología y paleontología de la zona de Calatrava. El yacimiento de las Higueruelas ha proporcionado materiales del Ordovicico, el Plioceno y el Cuaternario, así como fauna y micro fauna de esos periodos. Valverde donde se encuentra el vaso lagunar del volcán de Zahurdones, y en la finca de la Posadilla, otra laguna volcánica, entre laderas recubiertas de bosque mediterráneo. Muy cerca se encuentra la cumbre volcánica de Malos Aires, en el punto culminante de las sierras de la media luna, en la que encontramos otra laguna, la de Alcoba. Y de aquí nos desplazamos a Alarcos, un importante yacimiento ibero-medieval, hoy declarado Parque Arqueológico. Gracias a su estratégica situación, en un cerro elevado en la margen izquierda del río Guadiana, controlaba el paso entre la Meseta y Andalucía, a través de los Montes de Toledo y Sierra Morena. Regresamos a Ciudad Real desde donde podremos iniciar nuevas rutas que nos permitirán descubrir otras facetas y paisajes de Castilla-La Mancha. |