OTROS MONUMENTOS DE TEMBLEQUE (TOLEDO) 3
ERMITA DE SAN
ANTÓN
El barrio de San Antón, de casitas
enjalbegadas, siempre limpias y gran riqueza de texturas; de pequeños
aleros y escasos y sobrios vanos ha sido escenario de viejas ERMITA DE LA VIRGEN DE LORETO A mediados del siglo XVIII, cuando
la arquitectura barroca, ya de vencida, se va progresivamente limpiando
del excesivo exorno, se construye la ermita. Su planta se ROLLO En un principio las palabras rollo
y picota tuvieron significados distintos. La picota era una especie de
poste donde se exponía públicamente algún miembro de un reo para que Tembleque posee un Rollo del siglo XVI, que como la mayoría de estos monumentos adopta la forma de columna sobre graderío. En nuestro caso de divide en dos cuerpos: el inferior a manera de fuste de estrías muertas y el superior con columnillas adosadas, separadas ambas por una inscripción, carece de coronamiento destacable como otros casos en que se hace a manera de templete u otra forma caprichosa. Estuvo en los primeros tiempos en el lado noroeste del municipio; de aquí se trasladó, en el 1836, a la calle Real, reinando Isabel II; por eso se han encontrado monedas de esta soberana cuando se ha hecho un nuevo traslado. Ahora se encuentra en la placita de la Ermita de la Purísima Concepción. PLAZA DE LA ORDEN Esta plaza, aneja a la Mayor, debe
su nombre a la orden de San Juan, a la cual pertenecía Tembleque. No se
dispone de referencias históricas sobre ella. Es un trapezoide rodeado por
una valla con verja y una entrada en el centro de cada lado. Su CASAS TÍPICAS Casi toda la edificación del núcleo urbano respondía al esquema de manzana cerrada con patios y corrales interiores de parcela, típicas construcciones manchegas de un pueblo eminentemente agrícola. En las zonas más exteriores y más recientes, la tipología de la edificación responde más a la agrupada con patios independientes. Los materiales utilizados en las construcciones más antiguas son el tapial y raramente el ladrillo y la mampostería vista; la mayoría de las fachadas están revocadas o encaladas, el tono predominante es el blanco. Casi todos los edificios tienen las cubiertas de teja árabe, aunque la proliferación del fibrocemento para construcciones baratas, no se ha podido evitar tampoco en este municipio. En las actuaciones de nueva planta se observa muchas veces un cambio de lenguaje popular por otro más urbano y mal asimilado, colocando terrazas voladas o huecos inusuales de la zona. También en algunos casos se abandona la cubierta inclinada y rematan las construcciones con petos. La fachada de las viviendas tradicionales es totalmente blanca, sobre la que destacan la forja de los balcones y ventanas y algunas persianas de color disonante. Por último, el color rojizo de la teja se integra perfectamente en el conjunto, confundiéndose casi con el tono oscuro de la madera. Piedra, madera, teja y cal son, pues, los materiales por excelencia, que se han sabido mantener perfectamente en estos espacios que se han hecho populares y castizos. Las fachadas de las casonas que aparecen con frecuencia suelen tener rejas forjadas, canecillo, molduras y elementos clásicos que mezclados con el blanco de la cal y los huecos oscuros dan nobleza y elegancia a esta construcción. |