MONUMENTOS DE BURGOS
Levantado a
mediados del siglo XIV, es un arco de factura mudéjar, obra del maestro alarife
Mohamed.
Está compuesto por un doble arco de herradura
interior y exterior, con espacio entre ambos para el rastrillo o peine y dos
esbeltas torres de planta cuadrada con una galería de seis arcos de medio punto
entre ambas, formando un hermoso y original conjunto defensivo. También en este
caso se combinan la piedra de mampostería y el ladrillo, que es utilizado en
arcos y ventanas, en los ángulos de las torres, para esperar las hiladas de
piedra y en la bóveda interior de cuya techumbre sobresalen otros dos arcos de
herradura.
De las cortinas de muralla que llegan al arco,
sólo se han conservado las ascendentes, recientemente restauradas. Tomando la
escalera metálica de reciente construcción, adosada a la muralla sube al adarve,
se puede acceder al interior del arco por la puertecilla de medio punto abierta
en el paramento lateral de la torre norte. Las cinco ventanas de medio punto que
coronan las torres proporcionan a éstas gracilidad y luminosidad. Sobre la
galería que las une se abre una pequeña terraza que ofrece vistas inéditas del
sector oriental del recinto fortificado y de la Ciudad, El espacio interior de
la galería se ha acondicionado para Aula Museo del Castillo, hasta que la propia
fortaleza se convierta en museo. El acceso puede relizarse bien por la
mencionada escalera exterior, o bien por una escalera interior estrecha y de
peldaños desiguales. Sus sucesivos arcos están formados por aproximación de
hiladas de ladrillos.
El arco de
Santa María, mencionado ya en el Poema del Mío Cid, es un monumento emblemático
de la ciudad de Burgos.
Su configuración actual data del segundo tercio de siglo XVI, obra de Juan de Vallejo y de Francisco de Colonia, que concibieron su remodelación como un castillo señorial con dos robustos cubos y un gran arco de triunfo en honor de Carlos V.
En el arco están representados, además del emperador Carlos V, los principales personajes de la naciente Castilla: los dos principales jueces; Laín Calvo y Nuño Rasura, el fundador de Burgos, conde Diego Porcelos, el primer conde independiente Fernán González y el Cid Campeador, figuras esculpidas por Ochoa de Arteaga.
Todo ello hace del Arco de Santa María, la más señorial de las puertas de la ciudad, sede de la municipalidad hasta 1791.
Tras una cuidada restauración de su interior que acogió también en sus tiempos el Museo Arqueológico (1878-1955), fue reabierto en 1994 como Centro Cultural Histórico-Artístico, con aspiraciones a convertirse en el Museo de la Ciudad, que reúna lo más significativo en la historia de la misma.
Su amplio espacio central está presidido por un gran lienzo de Vela Zanetti alusivo al nacimiento de la Castilla Independiente, y en él destacan también dos arcos mudéjares de yesería, que, pertenecientes según se cree a la portada del castillo, fueron trasladados aquí a comienzos del siglo XIX.
Entre las piezas ya reunidas en su Sala de Poridad o del Secreto, cubierta de bello artesonado mudéjar del siglo XIV, se pueden admirar valiosos motivos cidianos, como un hueso del Cid con su documento de autenticidad, una reproducción de la espada Tizona realizada por el orfebre burgalés Maese Calvo, el óleo "Figuras de Romance", del también pintor burgales Marceliano Santa María y una edición facsimilar del Poema de Mio Cid. También podemos observar en la misma sala: el sillón de los Jueces de Castilla, la Vara de Burgos o de Castilla, medida universalizada por Felipe II, la llave del castillo y el Brasero y la Puerta de acceso al Archivo del Arco.
En 1441 Enrique III cedió este alcázar a los monjes cartujos para que fuera fundado un monasterio de la misma orden, bajo la advocación de San Francisco. Iniciada su construcción por Juan II y finalizada por Isabel la Católica, consta de dos claustros y una iglesia, obra de Juan y Simón de Colonia terminada en 1484. El interior, compuesto por una sola nave, presenta una espléndida bóveda de crucería. Destacan el retablo mayor de Gil de Siloé, los sepulcros de los reyes Juan II e Isabel de Portugal y el del infante don Alfonso, las sillerías del coro, una gótica y otra de los padres cartujos de estilo renacentista. En la capilla de San Bruno, estatua del Santo de Manuel de Pereira (s.XVI).
El palacio de los Condestables de Castilla o Casa del Cordón, propiedad y sede de la Caja de Burgos, fue construido en el siglo XV por los Condestables de Castilla y es atribuido a Simón de Colonia. Destaca la portada con el cordón franciscano y el elegante patio renacentista. En ella los Reyes Católicos recibieron a Cristóbal Colón.
En
torno a lo que hoy son ya sólo los restos de la fortaleza, nació en el año 884
la ciudad de Burgos, como una avanzadilla frente al dominio musulmán y como
firme baluarte en la recuperación del territorio cristiano. El propio nombre de
Burgos podría significar "fortaleza en lo alto" y su morfología urbana quedó
marcada para siempre por la tipografía del Cerro.
A
comienzos del siglo XV era el lujoso palacio de Enrique III y antes de concluir
el siglo jugará un papel primordial en la guerra de sucesión de la Corona de
Castilla, al defender la causa de la Beltraneja mientras la Ciudad defendía la
de Isabel la Católica, a cuyas tropas terminó rindiéndose en
1476.
Fernando el Católico lo convirtió en un fuerte
establecimiento artillero, precedente de su posterior función como maestranza y
parque de artillería.
En 1736, reinando Felipe V, fué casi
totalmente destruido por un incendio.
En 1808, Napoleón
ordenó su completa reconstrucción al observar sus extraordinarias condiciones
militares. Sin embargo fueron también las tropas francesas quienes, cinco años
más tarde, ante el acoso de las fuerzas hispanobritánicas lo dinamitaron para
evitar que fuese utilizado en la contienda por estas últimas. Desde aquel 13 de
Junio de 1813, la fortaleza apenas ha cumplido misiones de alguna entidad. Pese
a ello conserva buena parte de su muralla exterior con algunos de sus torreones
originales, algo de su estructura interna, el aljibe, toda una red de galerías
subterráneas y su magnífico y profundísimo pozo a cuyo fondo conduce una
escalera de caracol de 335 peldaños, hoy ya accesible.
Su
importancia como yacimiento arqueológico, ha quedado de manifiesto en numerosas
ocasiones.
Sucesivas investigaciones han evidenciado la
ocupación prehistórica del cerro desde hace al menos 4000 años, en el
Campaniforme antiguo y han proporcionado material abundantísimo para un museo
propio. Las últimas iniciadas en 1992 dentro ya del actual Plan de Recuperación,
han permitido exhumar la planta románica de la iglesia de Nuestra Señora la
Blanca, sacar a la luz torreones y lienzos de murallas soterrados, localizar
hasta tres necrópolis de distintas culturas, descubrir la primitiva cerca de la
ciudad y liberar de escombros parte de la red subterránea.
Iglesia episcopal de Burgos, comenzada en 1222 (cuatro
años antes que la de Toledo) y consagrada en 1260. La corta duración de las obras explica la
unidad y coherencia de esta espléndida catedral gótica. Se conoce el nombre de
uno de los artífices que intervinieron en la edificación del templo: el maestro
Enrique, que trabajó en la segunda etapa de las obras, a partir de 1235 o 1240,
y a quien puede atribuirse el diseño de las fachadas.
Se trata de un templo de tres naves con seis tramos, un crucero muy prolongado, un presbiterio de tres tramos más y ábside poligonal, y una girola con cinco capillas radiales hexagonales. Las trazas de la planta muestran conexiones con la catedral francesa de Coutances. Por los alzados se relaciona con la de Bourges, así como por la sección del pilar, formado por ocho columnas adosadas a un núcleo circular. Los arbotantes, dobles y con forma de cuarto de círculo, sustentan directamente el muro, sin estribos intermedios. El superior descarga sobre el inferior, y éste sobre el triforio a través de una columnilla. Se trata de la misma solución de las grandes estructuras francesas, como Saint-Denis o Notre Dame. Las cubiertas son de bóveda de crucería. Sus fachadas principal y la del crucero sur, llamada del Sarmental, son excelente muestra del gótico español. En ellas, los elementos arquitectónicos como portadas, rosetones, ventanales y pináculos se equilibran con la estatuaria de jambas, arquivoltas, tímpanos y contrafuertes. Es una catedral con gran profusión ornamental en sus exteriores, pese a haber perdido la imaginería de sus tres portadas en la fachada principal.
Merecen destacarse elementos posteriores que enriquecen notablemente la arquitectura del templo, como el cimborio plateresco reconstruido entre 1539 y 1567 por Juan de Vallejo, "obra de ángeles, que no de hombres" según decir de Felipe II, con sus huecos isabelinos, pináculos en altura, balaustrada renacentista y columnas estriadas y bajo cuya bóveda estrellada descansan los restos del Cid y de su esposa, depositados aquí en 1921; la capilla del Condestable, en la que interviene Simón de Colonia; y la puerta de la Pellejería, de estilo plateresco, construida en el s. XVI por Francisco de Colonia, en el lado opuesto del crucero a la del Sarmental, espléndida muestra del más genuino gótico francés del siglo XIII. A esta portada desemboca desde el interior la escalera Dorada de Diego de Siloé (siglo XVI), con un solo tiro de arranque que se dobla en dos tramos que discurren paralelos al muro y acceden finalmente a la gran portada, tras revolverse sobre sí mismos. Son interesantes sus primeros peldaños semicirculares (referencia a la escalera de la Biblioteca Laurenciana de Miguel Ángel), y sus variados motivos escultóricos.
La sillería del coro con el que en el siglo XVI se cerró la nave central, fue tallada en su mayor parte por el borgoñón Felipe de Vigarny, otro de los artistas a los que más debe la catedral. Anteriormente había esculpido los relieves del trasaltar y posteriormente trabajó en el altar de la capilla de los Condestables, ésta última el mejor ejemplo del gótico flamígero, en definitiva evolución hacia el renacimiento.
La Catedral contaba con unas puertas originales que no son las que observamos hoy en día, ya que el desmoronamiento de la piedra obligó a su total sustitución a finales del siglo XVIII optándose por la simplicidad neoclásica que ahora contemplamos en el cuerpo inferior.
Coronan el edificio dos hermosísimas agujas de pura filigrana del mejor de los góticos, de alturas de 84 metros y que fueron construidas entre 1442 y 1458 por el arquitecto alemán Juan de Colonia.
Instalado en la antigua Alhóndiga, levantado en 1514 como silo para regular el suministro de trigo a la ciudad. Su posterior función como cárcel del partido, aceptada por el Municipio en 1853, supuso la total transformación del interior y del exterior del edificio. Por ello, de la construcción gótico-renacentista original, sólo ha llegado hasta nosotros su amplia portada, blasonada con las armas de la ciudad.
Cruzando el río Arlanzón por el puente de Malatos, de origen medieval, los peregrinos llegan al Hospital del Rey, fundado por Alfonso VIII para acoger a los caminantes de la ruta Jacobea. Fue uno de los más famosos de todo el Camino de Santiago. Totalmente reformado, conserva la espléndida entrada o Patio de Romeros, obra plateresca del siglo XVI, que da acceso a la iglesia en cuyas puertas se representa una de las composiciones de peregrinos ante Santiago más hermosas de todo el Camino Jacobeo (s.XVI). Hoy es sede de la Facultad de Derecho de la Universidad de Burgos.
Iglesia gótica de
finales del siglo Xlll y principios de siglo XIV, tiene interesante portada bajo
un gran rosetón calado. Es de tres naves y tres ábsides, coro a los pies con
antepecho calado, obra de Simón de Colonia de comienzos del siglo
XVI.
Presenta varios sepulcros de interés de finales del
gótico, púlpito renacentista y bella portada del mismo estilo que da acceso al
claustro gótico.
El Arzobispo de Burgos ha instalado aquí
el Museo del Retablo, donde se pueden admirar los retablos de diferentes
localidades de la provincia, piezas de los siglos XVI, XVII y XVIII que
conforman un conjunto único. En el coro se ha instalado una sección de
orfebrería con piezas excepcionales.
Construida entre
los siglos XIV y XVI, es una de las mejores iglesias parroquiales de
Castilla.
Tiene tres naves con crucero e interesantes
capillas laterales: La Capilla de Nuestra Señora o de la Buena Mañana,
con retablo gótico de finales del siglo XV, obra de Gil de Siloé; Capilla de
los Reyes, con retablo renacentista; Capilla de la Natividad,
siglo XVI, con bóveda calada, retablo renacentista de Felipe de Vigarny y
sepulcros platerescos; Capilla del Santísimo Cristo edificada por Juan de
Vallejo, con impresionante imagen gótica del Crucificado. El retablo de la
Capilla Mayor es barroco. La iglesia posee diferentes imágenes y tablas de gran
interés artístico.
Está situada frente a la fachada principal de la Catedral. La preside uno de los retablos más impresionantes y monumentales del Arte del Renacimiento Castellano, realizado en el siglo XV en el taller de Simón de Colonia, diseñado por él y realizado por su hijo Francisco. También de gran interés son sus sepulcros góticos, el arco renacentista de María Saez de Oña y Fernando de Mena y las tablas de la Escuela Burgalesa del Maestro de San Nicolás
Encontraremos esta iglesia, hoy gótica, descendiendo la escalinata que hay en una de las callejas que acceden a la catedral. Está asentada sobre la famosa Iglesia románica de Santa Gadea en la que según la tradición el Cid exigió a Alfonso VI el juramento de que no había tomado parte en la muerte de su hermano.
Sus orígenes datan de 1074, fecha en la que Alfonso VI dispone trasladar a ella el obispado de Oca. Fue colmada de mercedes tanto por los reyes como por la autoridad eclesiástica de Burgos. Su fábrica actual es gótica del siglo XIV, aunque conserva la toree del siglo anterior. El interior está compuesto por una sola nave y ábside cuadrado. En el pórtico, Calvario gótico y puerta mudéjar. Junto a la iglesia, bello crucero gótico con el Crucificado y la Virgen con el Niño.
Monasterio cisterciense, fundado por Alfonso VIII en 1188, y cuya construcción se extiende entre los siglos XII y XIII. Desde el exterior se aprecia su fuerte torre defensiva, donde según la tradición nació Pedro I el Cruel. El interior cuenta con tres largas naves y crucero, con cinco capillas absidiales. La capilla principal luce un retablo barroco; es gigantesco, de grandes columnas salomónicas. Tiene además numerosos retablos renacentistas y barrocos. Fue concebido como Panteón Real, por lo que yacen a lo largo de sus naves en sepulcros góticos, los Reyes Alfonso VIII y su esposa, Enrique I, la reina doña Berenguela, el infante don Fernando de la Cerda y numerosos infantes y personajes de sangre real vinculados a la Corona de Castilla.Monasterio cisterciense, fundado por Alfonso VIII en 1188, y cuya construcción se extiende entre los siglos XII y XIII. Desde el exterior se aprecia su fuerte torre defensiva, donde según la tradición nació Pedro I el Cruel. El interior cuenta con tres largas naves y crucero, con cinco capillas absidiales. La capilla principal luce un retablo barroco; es gigantesco, de grandes columnas salomónicas. Tiene además numerosos retablos renacentistas y barrocos. Fue concebido como Panteón Real, por lo que yacen a lo largo de sus naves en sepulcros góticos, los Reyes Alfonso VIII y su esposa, Enrique I, la reina doña Berenguela, el infante don Fernando de la Cerda y numerosos infantes y personajes de sangre real vinculados a la Corona de Castilla.
Situado en la plaza de Alonso Martínez, fue construido sobre el antiguo solar del Palacio de las Cuatro Torres, es un majestuoso edificio, considerado como una joya del neogótico. Hasta 1996 sede de la Capitanía General Militar de la región Pirenáico-Occidental.
Situado frente a la puerta de la Coronería de la Catedral, se levantó la casa de Los Colonia, en la segunda mitad del XV. Sobre el solar de la misma, Juan Vallejo inició la construcción de un palacio adquirido en 1565 por Andrés de Maluenda. Aunque el edificio, hecho de piedra y ladrillo, como era habitual en la arquitectura doméstica burgalesa, fue transformado por sus sucesivos propietarios, el último, en el siglo XX, fue el conde de Castilfalé. Fue residencia ocasional del rey Fernando VII y de Napoleón. Cedido por sus últimos propietarios, los condes de Castilfalé, al Ayuntamiento de Burgos en 1969, fue restaurado y rehabilitado como Archivo Municipal en 1985, creando uno modélico en su género.
El Palacio Provincial, sede de la Diputación de Burgos, es de estilo clásico (1869) y tiene sobre la bóveda principal pinturas de Vela Zanetti, con escenas de la vida del Cid. Se encuentra en el paseo del Espolón y tiene enfrente el remodelado y recientemente inaugurado Teatro Principal.