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Provincia del oeste de España perteneciente a
la comunidad autónoma de Castilla-León. Limita al norte con la provincia de
León, al este con Valladolid, al oeste con la de Orense y Portugal y al sur con
Salamanca. El núcleo ortográfico más importante se encuentra al NO: y
determina un
cuadrilátero cuyo punto culminante es Peña Trevinca, en el vértice de las
provincias de Orense, León y Zamora, enlazadas por la Sierra del Eje con Cabeza
de Manzaneda, centro de dispersión del macizo galaico. De Peña Trevinca se
desprenden una cadena que lleva el nombre de sierra Cabrera y Sierra de Peña
Negra , que hace de limite entre León y Zamora. Las alturas de la parte
meridional de la provincia carecen de importancia y se relacionan con el sistema
central. Desde el norte y desde el sur hacia la línea media de la provincia,
desciende el terreno y origina una vaguada recorrida por el rio Duero, de este a
oeste. A este río van a parar todas las aguas de la provincia encauzadas por
los siguientes tributarios, por la derecha, el Aranduey y el Esla, este acrecido
por el Cea, el Orbigo, el Tera y el Aliste; por la izquierda, el Guareña, el
Amor, el Mogatar y el Tormes. Merecen citarse el lago glaciar de San Martín de
Castañeda o de Sanabria y las lagunas salinas de Villafáfila y Tapioles. Las
comarcas zamoranas más típicas son: la Sanabria, entre el Esla y la frontera
portuguesa, regada por el río Tera, que atraviesa la laguna de Castañeda; es
un país escabroso rodeado por las elevadas montañas del NO: de la provincia,
de clima fresco y húmedo y abundante en pastos; los Carvajales, cuyo suelo esta
formado de cuarcitas y conglomerados de cantos rodados y es difícil de labrar,
con poca densidad de población y pueblos de escaso vecindario. La Tierra de
Soyago, entre el Duero y el Tormes, región árida y de suelo pobre, cubierta de
dehesas, con bastante ganadería, sobre todo lanar; Tierra del Vino, constituida
por formaciones terciarias y diluviales, propias para viñedos, que le dan
nombre, asociados al cultivo de cereales, legumbres y frutas, con algunos
encinares y robledales, que es un país relativamente rico y poblado; al norte
de ella, en la margen derecha del Duero, esta la Tierra del Pan, de análoga
composición, pero más árida, dedicada casi exclusivamente al cultivo del
trigo. La vida de la provincia de Zamora se concentra en el valle del Duero, donde
están sus poblaciones más importantes. En las regiones donde son ricos los
pastos, como ocurre en la Sanabria, es floreciente la cría de ganado,
predominando el lanar. La industria consiste en la fabricación de
harinas, mantas de lana, cordelería, curtidos, chocolates, caramelos,
peladillas y turrones. Tienen extraordinaria importancia y posibilidades las
industrias hidroeléctricas y aprovechamiento de aguas para el riego. Cerca de
la capital existe un salto construido aprovechando una curva del Duero,
perforada por un túnel, que suministra fluido a las provincias de Zamora y
Valladolid. Esta dividida en cinco partidos judiciales: Benavente, Puebla de
Sanabria, Toro, Villalpando y Zamora.
HISTORIA.- El territorio de esta
provincia fue, en la España primitiva, región fronteriza o de contacto
entre celtas y iberos. Durante la dominación de Roma tomo parte en las guerras
de Viriato. Ocupada por los sarracenos invasores, esta región del Duero fue
reconquistada prontamente por el monarca asturiano Alfonso I el Católico (717),
aunque con posterioridad siguió siendo teatro de las luchas entre árabes y
cristianos. En el año 981 fue objeto de una de las correrías de Almanzor, que
tomo su capital. Al dividirse Castilla, a la muerte de Fernando I,
correspondieron a sus hijas Doña Urraca y Doña Elvira los señoríos de Zamora
y Toro. Pero Sancho II, deseoso
de reconstruir el reino castellano, se apodero de Toro y sitio a Zamora, frente
a cuyos muros fue asesinado por el traidor Bellido Dolfos; este hecho fue el
origen de la querella del Cid con Alfonso VI, que sucedió a su hermano Sancho
en el trono. En la guerra de la Independencia lucho bravamente contra los
franceses. Su capital, Zamora, esta sobre una pequeña altura a la derecha del
Duero. Conserva mucho de su antiguo sabor con lo fuerte de su posición natural,
los restos de sus murallas y sus numerosas iglesias. Posee un puente ojival del
siglo XIV y otro moderno, más el del ferrocarril. Tiene hermosos paseos, como
el de San Martín y la avenida de Requejo y el bosque de Valorio. Entre sus
edificios más notables figura la catedral, románica, del siglo XII. Cuenta
entre los elementos más valiosos la cúpula sobre pechinas y la linterna
central; la estructura de aquella, similar a la de las cúpulas de los templos
catedralicios de Salamanca. Tiene numerosas iglesias como: la de Santa
Magdalena, San Claudio de Ovares, Santa Maria de Orta, Santiago del Burgo, San
Isidoro, San Pedro, etc. Zamora celebra con gran solemnidad la Semana Santa, exhibiéndose
en las procesiones hermosos pasos de los grandes imagineros españoles. Entre
los elementos culturales de mayor realce para la ciudad figura la Coral
Zamorana. A lo dicho al hacer la reseña histórica de la provincia debe
añadirse que la población existía ya en la época cartaginesa. Alfonso II el
Casto la hizo fortificar. La victoria obtenida por los zamoranos en 901 sobre
los árabes que la sitiaban, es conocida con el nombre de Día de Zamora. En el
reinado de los Reyes Católicos fue sitiada sin resultado por los portugueses.
Durante la guerra de la Independencia sus moradores lucharon contra los
franceses, siendo la ciudad el punto de apoyo principal del famoso guerrillero
Julián Sánchez.
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