UN PASEO POR EXTREMADURA 2
GUADALUPE.- Este pueblo creció alrededor del magnifico monasterio de Guadalupe, fundado en 1340. En la plaza Mayor hay tiendas de cerámicas y objetos de cobre artesanos, que tradicionalmente hacían los monjes y que ahora se venden como recuerdo. Las torres almenadas del monasterio, que se asienta en un valle arbolado, le dan un aspecto quimérico. Según la leyenda, un pastor encontró una imagen de madera algo quemada de la Virgen Maria a principios del siglo XIV. El patrimonio real hizo prosperar al monasterio, que llegó a contar con escuelas de gramática y medicina, tres hospitales, una importante farmacia y una de las mayores bibliotecas de España. Junto al monasterio se encuentra la hospedería del siglo XVI, donde se han alojado muchos monarcas, y que ahora es un hotel regentado por los monjes. El antiguo hospital se ha convertido en parador. En el aparcamiento hay una placa que conmemora la primera disección realizada en España, que se hizo en 1402. En tiempos del Descubrimiento del Nuevo Mundo, el monasterio había cobrado ya gran importancia; Cristóbal Colón dio el nombre de Guadalupe a una de las islas caribeñas descubiertas por él y los Reyes Católicos peregrinaron al lugar como agradecimiento tras la conquista de Granada. Las visitas guiadas comienzan en el museo, con su colección de libros corales, telas bordadas y obras de arte, y continua por el coro y la magnifica sacristía barroca, considerada como la Capilla Sixtina española por los retratos de monjes realizados por Zurbarán que cubren los muros, ricamente decorados. Sobre el altar de la capilla de San Jerónimo se puede admirar la Apoteosis, una de las más sorprendentes obras de Zurbarán. Finalmente, se puede pasear por el claustro mudéjar, del siglo XIV, que cuenta con dos pisos de arcos de herradura y un templete central de bella decoración. La iglesia tiene una magnifica reja de hierro, del siglo XVI. TRUJILLO.- La iluminación nocturna de la plaza Mayor de la ciudad medieval y renacentista de Trujillo hace de ella una de las más impresionantes de España. Durante el día hay mucho que ver, como la iglesia de Santa Maria la Mayor, situada en una de las sinuosas calles de la población, donde se pueden contemplar diversos sarcófagos. En lo más alto de la ciudad se conserva una fortaleza árabe que, durante la Reconquista, defendió la villa del avance de las tropas cristianas, finalmente en 1232, la plaza fue tomada por Fernando III. En Trujillo nacieron algunos de los hombres más notables que colonizaron América, pero el más famoso es Francisco Pizarro, conquistador de Perú; en la plaza principal de la ciudad se alza su estatua ecuestre. Su hermano Hernando Pizarro, levanto el palacio del marqués de la Conquista, financiado con la riqueza proveniente del Nuevo Mundo. Tiene una ventana en una esquina con las efigies de los hermanos Pizarro y sus esposas incas talladas en piedra. Francisco de Orellana, explorador de Ecuador y del Amazonas, mandó construir el palacio de Orellana-Pizarro, del siglo XVI, con un espléndido patio plateresco. MÉRIDA.- Augusta Emerita, fundada por Augusto en el año 25 antes de Cristo, se convirtió en la capital económica y cultural de Lusitania, la provincia romana más occidental. Sin embargo, con el advenimiento de los árabes perdió esta supremacía. Actualmente es la capital de Extremadura y conserva muchos monumentos romanos de gran interés. Conviene acceder desde la zona orienta, a través del moderno puente suspendido sobre el río Guadiana, que lleva hasta la entrada original de la ciudad romana y a la fortaleza árabe. El teatro romano marca el centro de la ciudad y compone con el anfiteatro y los jardines un espléndido conjunto arqueológico. Se trata de uno de los teatros romanos mejor conservado del mundo, en el que todos los veranos se organiza un festival de teatro. A poca distancia se encuentran los restos de una casa romana, la Casa del Anfiteatro, con diversas galerías subterráneas y estancias con importantes mosaicos muy bien conservados. En el exterior del recinto arqueológico se levanta el impresionante museo Nacional de Arte Romano, de ladrillo rojo, obra de Rafael Moneo. los arcos semicirculares del vestíbulo principal tiene una misma altura que el acueducto de Los Milagros, que se halla a las afueras de la ciudad. A partir de este vestíbulo, con esculturas procedentes del teatro, se despliegan tres galerías dedicadas a la cerámica, escultura, numismática y mosaicos. Cerca del museo existen dos villas con bellos mosaicos y un hipódromo. La iglesia de Santa Eulalia, del siglo IV, está dedicada a la niña santa martirizada en la época romana. En el centro de la ciudad se sitúan los restos del templo de Diana y el arco de Trajano. El museo de arte Visigodo está instalado en el convento de Santa Clara, cerca de la plaza de España. Desde el enorme puente del Guadiana se tiene una vista magnifica de los imponentes muros de la alcazaba, uno de los edificios árabes más antiguo de España, del año 835. CANCHO RUANO.- Este palacio y santuario, descubierto en 1978, se cree que fue levantado bajo la civilización tartesia. Las excavaciones de este lugar pequeño y singular han puesto de manifiesto un túmulo con un templo que fue reconstruido en tres ocasiones; gran parte de los muros y los suelos de pizarra se conservaron intactos. Cada templo era mayor que los anteriores y finalmente lo incendiaron, ante la inminencia de una invasión, en el siglo VI antes de Cristo. La mayor parte de los objetos encontrados se exponen en el museo Arqueológico de Badajoz, donde pueden verse piezas de orfebrería, cerámica y mobiliario. ZAFRA.- En el corazón de esta deliciosa ciudad, conocida como la Pequeña Sevilla por sus semejanzas con la capital andaluza, se abren dos plazas porticadas. En la plaza Grande se encuentra la iglesia de la Candelaria, que posee un hermoso retablo pintado por Zurbarán. Converge en ella la plaza Chica, donde solía celebrarse el mercado. En la cercana calle Sevilla se encuentran el convento de Santa Clara, de finales del siglo XV, y el alcázar de los duques de Feria, transformado ahora en parador, que cuenta con un patio de mármol realizado en el siglo XVI por Juan de Herrera. JEREZ DE LOS CABALLEROS.- Las torres de las tres iglesias barrocas de Jerez de los Caballeros se elevan sobre la línea del horizonte de esta ciudad, una de las más pintorescas de Extremadura y de gran importancia histórica; en ella nació Vasco Núñez de Balboa, descubridor del Pacifico. En la llamada torre Sangrienta del castillo, ahora cubierto de jardines, fueron ajusticiados en 1312 numerosos caballeros templarios. El casco antiguo se formó alrededor de tres iglesias: San Bartolomé, cuya fachada está cubierta de cerámica vidriada; San Miguel, con una torre de filigrana que domina la plaza de España y la barroca Santa Maria de la Encarnación. LLERENA.- En el limite meridional de Extremadura, es la puerta de Andalucía y su caserío conjuga el mudéjar con el barroco. En un extremo de su bella plaza Mayor, rodeada de arcadas, se alza una fuente diseñada por Zurbarán, que vivió 13 años en esta ciudad. La iglesia de Nuestra Señora de la Granada tiene una hermosa galería de arcos en la fachada y, aunque muy transformado, aún se conserva el palacio del Santo Oficio, que fue sede de la Inquisición. Merece la pena visitar el convento de Santa Clara, del siglo XVI, situado en una calle que sale a la plaza. TENTUDIA.- Allí donde Sierra Morena entra en Andalucía, se levantan ciudades fortificadas e iglesias fundadas por las órdenes militares medievales cerca de las frondosas colinas de Tentudia. En lo alto destaca el minúsculo monasterio de Tentudia, fundado en el siglo XIII por la Orden de Santiago, que cuenta con un hermosos claustro mudéjar y un retablo de azulejos sevillanos. En Calera de León, a unos 6 kilómetros al norte de Tentudia, existe un magnifico convento renacentista, parcialmente derruido, que también fue fundado por la Orden de Santiago. El convento tiene una iglesia gótica y un claustro de dos pisos. |