TIERRAS DE SANTIAGO
La sierra de Barbanza y las
espectaculares dunas de Corrubedo son el preludio de una ría que conserva
todo su encanto, la ría de Muros e Noia, en la que destaca la
desembocadura del río El pico Sacro, además de ser prolífico
en leyendas, es un bello mirador que domina desde la ría de Arousa hasta
Santiago, y desde Tabeirós hasta la comarca del Deza. La Terra de
Tabeirós tiene como centro principal A Estrada. Es una zona montañosa
que desciende de forma escalonada hacia el río Ulla. A partir de aquí se
empiezan a recorrer zonas monumentales que recuerdan en todo momento la cercanía
de los distintos ramales del Camino de Santiago. Pasando por Forcarei se
llega a la sierra de Candán, donde se encuentra el monasterio de
Acibeiro. Es zona de El pantano de Portodemouros ofrece
numerosas actividades de turismo activo, y sitúa al viajero muy cerca del
Camino de Santiago. Por la Terra de Melide, y concretamente, en Laboreiro
es por donde entra en la provincia de A Coruña el Camino Francés, lo que
explica la gran cantidad de iglesias y hospitales que se encuentran en
toda la zona, hasta llegar a Santiago. Sobrado dos Monxes es un inmenso
monasterio cisterciense, declarado monumento nacional, situado en el
Camino del Norte antes de que enlace con el Francés. En Vilasantar está
la iglesia románica de Santa María de Mezonzo y, compartiendo
municipalidad con Sobrado, hay uno de los más grandes campamentos romanos
de Galicia, donde se han encontrado numerosas piezas de gran interés.
Arzúa era la última etapa de la ruta jacobea, según consta en el Códice
Calixtinus, ocupando por ello Antes de llegar a Santiago los peregrinos tenían que parar en Lavacolla y lavarse en un pequeño riachuelo, para presentarse de forma digna al Apóstol, y de aquí subían al monte Gozo, Monxoi, para divisar las torres de la catedral. Hoy se ha convertido en un área de acogida para peregrinos y turistas. Santiago de Compostela es una bella ciudad, que en invierno conserva integro el ambiente estudiantil del que tanto se ha escrito, y en verano se vacía de estudiantes para dar paso a los peregrinos y viajeros que inundan la ciudad. Además de visitar la catedral y observar detenidamente el Pórtico de la Gloria, es interesante, también, olvidarse del mapa y pasear por el barrio antiguo, por las estrechas calles peatonales y por las alegres plazas. Es fundamental deambular por los bares populares y los lugares de encuentro para conocer el ambiente que respira la ciudad, diferente, sin duda, al que se encuentra en la Catedral. |