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NAJERA.- Esta dividida
en dos por el río: a su derecha, el casco antiguo, y a la izquierda, el Nájera
moderno. Dejando el coche en el aparcamiento que hay justo antes de cruzar el
puente, una pasarela sobre el río conduce a la ciudad vieja. Cabecera de reino
y etapa importante del Camino de Santiago, Nájera
alberga un valioso patrimonio histórico y monumental. La joya es Santa Maria la
Real, del año 1052. El edificio actual corresponde en su mayor parte al gótico
tardío del siglo XV y principios del XVI. Destaca el claustro de los
Caballeros, el panteón de los Reyes de Navarra, el retablo mayor, el sepulcro
de doña Blanca de Navarra y la talla gótica del coro alto. Otros puntos de interés
en Nájera son los restos de la antigua judería, la iglesia de la Santa Cruz y
el convento de Santa Elena.
SAN MILLÁN DE LA
COGOLLA: SUSO Y YUSO.- El viaje se dirige hacia San Millán de la Cogolla para
visitar los monasterios de Suso y Yuso, declarados Patrimonio de la Humanidad, y
cuna del castellano. Retomada la LR-113, y recorridos 2,5 kilómetros, hay que
desviarse por la LR-205 para llegar a San Millán de la Cogolla. A un kilómetro
se encuentra el monasterio de Yuso, o de
abajo, y subiendo por la empinada carretera a 1,5 kilómetros, el de Suso, o de
Arriba. Todo empezó en San Millán de Suso. Eremitorio de San Millán, muerto
en el año 574, se convirtió en foco de peregrinación medieval. De modesta
apariencia externa, es una síntesis espléndida de historia y estilos que une
primitivas cuevas- en la central se conserva el sepulcro románico de San
Millán- con uno de los pocos ejemplos de arquitectura muzárabe que quedan en
la península y con la posterior ampliación románica. En 1053, el rey navarro
don García comenzó las obras del nuevo monasterio de San Millán de Yuso, cuya
primitiva fabrica románica fue demolida a medida que se construía el edificio,
iniciado en el siglo XIV y completado en épocas posteriores. Al conjunto
renacentista y barroco de Yuso se
accede a través de una portada barroca para recorrer el salón de los Reyes, el
refectorio y los dos claustros. Pero el mayor interés de Yuso reside en su
biblioteca, con una importante colección de cartularios y códices, en la que
se exhibe la copia facsímil de las Glosas emilianenses, el primer documento en
el que asoma el castellano escrito, con notas añadidas en euskera. La sacristía
guarda las arquetas de plata de las reliquias de San Millán y San Felices,
decoradas con bajorrelieves románicos de marfil.
SANTO DOMINGO DE LA
CALZADA.- A 15 kilómetros de Cañas esta Santo Domingo de la Calzada. Lo mejor
es dejar el coche en la plaza Mayor, justo detrás de la catedral, en el
corazón medieval de la ciudad. En este espacio, muestra del urbanismo del siglo
XVIII, el Ayuntamiento, la cárcel del Corregimiento y el costado norte de la
catedral son los principales elementos arquitectónicos. Tomando la calle de
Santo Domingo de Silos y rodeando el ábside catedralicio se entra en la calle
Mayor y la plaza del Santo, a la que se abren la catedral, el hospital de
Peregrinos, hoy Parador y la iglesia de
Nuestra Señora de la Plaza. Santo Domingo de la Calzada conserva buena parte
del casco medieval y trozos de la muralla que la rodeo por completo. La calle
Mayor, el entorno de la catedral y la calle del Cristo conforman el espacio más
atractivo de la ciudad, mientras que la zona de muralla mejor conservada
ya desde el final de la calle Mayor, frente a la avenida de Burgos. La catedral
es el principal atractivo de la ciudad y una de las más importantes de La
Rioja. De fachada barroca, conserva la cabecera románica con girola de la
primitiva edificación. Algunos de los elementos que singularizan la catedral calcétense
son el mausoleo de Santo Domingo, el retablo plateresco, obra de Damián Forment,
y el celebre gallinero, que con su gallo y gallina vivos perpetua el milagro del
santo tan ingeniero como protector de los peregrinos. Otros atractivos de Santo
Domingo son el antiguo hospital de Peregrinos, la iglesia-ermita de Nuestra
Señora de la Plaza, el convento de San Francisco y el monasterio de las
Bernardas.
EZCARAY.- Camino de
Ezcaray, tomando la LR-111 y una vez recorridos 11 kilómetros, hay que hacer
una parada en Ojocastro para contemplar su iglesia parroquial y el caserío de la localidad. Unos 3 kilómetros más allá se
encuentra Ezcaray, que, por fortuna, no ha perdido en absoluto el encanto de su
casco histórico. La iglesia parroquial de Santa Maria la Mayor es visita
obligada. Buen ejemplo de templo-fortaleza, mezcla de gótico y castellano,
posee una importante colección de retablos, así como un Museo Parroquial. Al
otro lado del río Oja, la ermita barroca de Nuestra Señora de Allende alberga
la imagen de la Virgen titular y una colección única de ángeles guardianes
con ropajes guerreros del siglo XVI. El entorno de Ezcaray, con el valle alto
del Oja sobre las estribaciones del Pico de San Lorenzo y la sierra de la
Demanda, ofrece numerosas oportunidades de practicar el senderismo. Son famosas
las mantas y las fiestas más importantes de Ezcaray son las Habas de San Benito
(21 de marzo) y la romería de Santa Bárbara (lunes de Pascua de Pentecostés).
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