DE LA RODA AL CAMPO DE MONTIEL
Al norte de Albacete,
la llanura manchega, sabrá sorprender al caminante con hermosos cañones
fluviales, como los que el río Júcar ha ido excavando con infinita
paciencia.
Partimos de La Roda, punto neurálgico de comunicación con el Levante peninsular. En sus calles pueden hallarse buenos ejemplos de arquitectura civil y religiosa. Rumbo sur, el viajero se encontrará a la altura de Munera con un ramal que, procedente de San Clemente, se dirige al Campo de Montiel. En este trecho sorprende la presencia de unas típicas construcciones abovedadas y circulares, construidas en piedra, denominadas cucos, cubillos y chozos, algunas de ellas todavía en uso, utilizadas como refugio por los pastores de la zona. Pronto el camino presenta dos desvíos laterales hacia las cercanas poblaciones de El Bonillo y Lenuza, ambas famosas por la calidad de sus artesanías del esparto y el mimbre; ésta última, es también importante enclave arqueológico, donde pueden verse restos de una antigua calzada romana. Tras cruzar una zona de lagunas y antes de llegar a El Ballestero, este trayecto se bifurca en dos ramales, uno que acerca hasta Pinilla y sus salinas, uniéndose poco después con el tramo número 2, que comunica San Clemente con Villanueva de los Infantes. El otro ramal conduce a Robledo, y desde allí, tras pasar por Alcaraz, siguiendo el curso del río Guadalmena, continúa hacia Povedilla, adentrándonos en la comarca del Campo de Montiel. Tras bordear los límites comunitarios, la ruta enlaza, cerca de Torre de Juan Abad, con el tramo número 3, por el que el viajero deberá continuar hasta encontrar en Villahermosa un ramal que conduce al final del recorrido, hasta los restos del castillo de la Estrella, cerca de Montiel, pequeña población, que sin embargo ha sabido dar nombre a todo un paisaje. |