SIERRA DE SAN LORENZO 1
En cierta ocasión, pasó por
Santo Domingo de la Calzada una familia alemana camino de Santiago. Eran
tres peregrinos que tomaron posada en la localidad riojana, atraídos por
la fama milagrera del santo ingeniero de caminos. La hija del mesonero se
enamoró del joven peregrino, pero el amor no siempre es correspondido
cuando se ofrece, y en venganza por la negativa, la joven depositó una
taza de plata en la mochila del peregrino germano. Denunciado el fingido
robo, las autoridades detienen al inocente infractor y le castigan a la
horca. Los padres, impotentes ante la injusticia del suceso, continúan
hacia la ciudad del apóstol y a la vuelta, encuentran al hijo colgado de
un árbol, pero aún con vida. Acudieron pronto a contarle el milagro al
juez, en el momento que éste se preparaba para saborear un suculento
plato de aves. Santo Domingo de la Calzada es el inicio de
la ruta por la sierra de San Lorenzo, la parte más oriental de la sierra
de la Demanda. Esta localidad es paso obligado del Camino de Santiago
francés, el más clásico y alberga todos los años en sus instalaciones
jacobeas a cientos de peregrinos. Otra peculiaridad que ofrece la catedral
es su torre, "exenta" o separada del cuerpo central del
edificio. Los principales monumentos de esta villa riojana se encuentran
juntos: catedral, Ayuntamiento y parador. El siguiente punto de interés
es Ezcaray, ya en plena sierra y capital de la Demanda riojana, hay otra
Demanda en Burgos. No deje de pasear por sus calles y localice el viejo
taller de mantas, hubo otro aún más antiguo donde, de vez en cuando, se
oyen funcionar las viejas máquinas de tejer y cardar. Pida que se
las muestren. Ezcaray es la principal población de San Lorenzo en la que
se condensan todos los servicios. Si quiere conocer palmo a palmo esta
parte de San Lorenzo, puede contactar con la Asociación de Amigos de
Ezcaray que le descubrirán los mejores rincones del sector. Tras cruzar
el río Oja, que bautiza a la Desde cualquier curva o saliente de la carretera se contemplan unas vistas espectaculares. Son cerca de 20 kilómetros de subida y curvas hasta la coronilla de la sierra de San Lorenzo, una carretera que no finaliza en las pistas de esquí, sino que continua hasta dar casi una vuelta completa a todo el sistema montañoso. Los paisajes son impresionantes, ricos en matices, tonalidades y pequeñas aldeas embarrancadas en las laderas. El pico más alto es el de San Lorenzo (2262 m.), que se ve desde cualquier punto de La Rioja en días claros; los otros son el Cabeza Parda, el Pancrudo y el Gitano, todos ellos a la izquierda de la carretera según el sentido de la marcha. Una red de pistas forestales une el final de la vía asfaltada con la C-113 (Nájera-Anguiano-Salas de los Infantes). Si la época elegida para la aventura riojana es próxima a los meses de nieves o lluvias, evite circular por ellas en vehículo normal y hágalo, si puede, en todoterreno. No olvide las cadenas. Si al final decide tomar la carretera serrana, la que bordea el San Lorenzo, dejará a la derecha el Coto Nacional de Caza de Ezcaray, y a la izquierda, la Reserva Nacional de Cameros. Pronto llegará a un cruce, el camino de la derecha conduce al lugar conocido como la Cruz de la Demanda y a la carretera de Ezcaray, que atraviesa las aldeas de Posadas, Azarrulla, San Antón y Zaldiema; por el otro, en cambio se baja a la C-113, que sirve de limite a las provincias de La Rioja y Burgos y se entra en una bella zona habilitada como lugar de acampada, llamada La Soledad, junto al arroyo y ermita del mismo nombre. No se pierda nada de los paisajes que rodean el recorrido, no los encontrará tan fácilmente por otras sierras. una vez alcanzada la C-113 se toma la dirección a Canales de la Sierra para visitar el resto de la sierra de San Lorenzo, lo más conocido. Si ha preferido dar la vuelta al final de la carretera asfaltada y regresar a Ezcaray, puede tomar contacto con este sector sur de la ruta por Santo Domingo, San Millán de la Cogolla y Anguiano. La red autonómica LR-113 nos introduce en el alto valle del río Najerilla y en una de las zonas con mayor encanto serrano de toda la región riojana. Hasta alcanzar la localidad de Anguiano, a 45 kilómetros, la carretera se retuerce y provoca más de un mareo, pero las vistas son inmejorables y espectaculares. Lo primero que aparece en el camino es Canales de Arriba, con su maravillosa ermita románica de San Cristóbal, de lo mejorcito de toda la Comunidad Autónoma. Después, a 4 kilómetros, se encuentra Villavelayo, con mucha historia en sus calles y poca que contar ahora. No obstante, aún conserva un templo dedicado a Santa Aúrea, vecina del lugar, con huellas románicas y un palacio que fue morada, dicen, del conde Fernán González. Lo siguiente en el camino es el embalse de Mansilla, mágico lugar que se tragó en su día al pueblo homónimo y que tuvo tiempo para rescatar una cruz procesional de plata del siglo XII, que es de lo poco que le queda de su historia. El resto permanece bajo las aguas. |