VALENCIA, SIN IR MÁS LEJOS
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A partir de la fundación de Valentia Edetanorum, en el año 138 antes de Cristo, la romanización del territorio fue un hecho y la época de Augusto la más brillante de la vida romana valenciana. Unida a la monarquía visigoda en el siglo VI, pasó a dominio musulmán en el año 714, época en que la ciudad adquirió mayor entidad, beneficiándose del desarrollo agrícola de su contorno.
En 1238 Jaime I la reconquista definitivamente,
incorporándola a la Corona Aragonesa y fundando el Reino de
Valencia, al que dota de una característica legislación foral (Furs)
y de instituciones propias como el "Consolat del Mar", el "Tribunal de las Aguas", la
"Taula de Canvis", la "Letra de Cambio"... Valencia se convirtió, a lo largo del
siglo XV, en la ciudad más importante de la Corona Aragonesa,
posición que habría de mantener hasta el siglo XVII. La prosperidad
de su zona agrícola y de su industria sedera, su desarrollo como
centro financiero y comercial y el auge de su cultura, hicieron de
éste su siglo de oro, caracterizado por su gran esplendor
artístico, destacando las figuras de Joanot Martorell (autor de
Tirant lo Blanch, primera novela moderna de Europa), Ausias March,
Roig de Corella, Isabel de Villena.
A lo largo del siglo XVIII participó del Renacimiento económico y cultural del país. Con el siglo XIX llegaría la Guerra de la Independencia y las gestas de El Palleter, Romeu y Pep de L’Horta, las Guerras Carlistas y el cantón valenciano de 1873. Al año siguiente Alfonso XII conseguía ser proclamado Rey constitucional en Sagunto. Durante la Guerra Civil (1936-1939), fue algún tiempo capital del gobierno republicano. Posteriormente sufrió grandes pérdidas en las inundaciones de 1957. Con el restablecimiento de la Monarquía, la Comunidad Valenciana obtiene el Estatuto de Autonomía. A lo largo de los siglos, los numerosos sucesos históricos han ido dejando huella en la ciudad y enriqueciendo su patrimonio, hasta convertirla, en la actualidad, en una de las principales ciudades españolas, tanto en el ámbito cultural como económico, y en capital de la Comunidad Valenciana.
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Desde la época dorada de los siglos XV y XVI hasta nuestros días, la ciudad de Valencia es famosa por sus demostraciones festivas y la pluralidad de las mismas, que se articulan rigurosamente al ritmo de las estaciones del año. De carácter alegre y bullicioso, los valencianos viven diversas fiestas eminentemente populares, de índole religioso o profano, en donde se mezcla el rito y el ingenio, la pólvora, la música y el rasgo más sobresaliente, el fuego, cuya expresión más sonora, visual y olfativa son los fuegos artificiales, a los que los valencianos dan variada y excelente firma. Si añadimos a lo expuesto que el valenciano tiene a gala su hospitalidad proverbial y es mayoritariamente extrovertido, tenemos completo el marco festivo. Dentro del amplio espectro de celebraciones, destacan, como Fiestas Mayores: San Vicente Mártir, Las Fallas, la Semana Santa Marinera, San Vicente Ferrer, la Virgen de los Desamparados, el Corpus Christi y la Feria de Julio. Como fiestas menores podríamos citar: San Antonio Abad, Beato Gaspar Bono, San Bult, San Cristóbal y la Virgen del Carmen, entre otras muchas.
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